
Por lo visto, no quieren que sus mellizos, Max y Emme entren en contacto con algún tipo de germen, por lo que han instalado dispensadores de crema para todo aquel que desee visitar a sus niños.
A parte de esta medida de higiene contra tanta suciedad, es pedir a los invitados que utilicen mascarillas antes de entrar en la habitación de los bebés.
Y por si no fuera poco, el matrimonio de superestrellas, ha contratado por 600 mil dólares, los servicios de seis guardaespaldas que estarán pendientes de la seguridad de los recién nacidos las 24 horas del día.
Todo sea por los hijos…
Fuente: La Tercera
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